Renovación de confianza

La copa del Rey ha vuelto. Y con ella su primera fase y el gran temor de los equipos grandes a ser derrotados por un equipo de segunda B en la primera ronda. El rival del Valencia C.F. era el UD Logroñés, un equipo de Segunda B. Unai Emery no quiso arriesgarse, y tras los últimos baches del equipo apostó por un nuevo 11 titular, en el que no figuraba ninguno de los componentes de la defensa, que jugó el pasado sábado contra el Mallorca. Los elegidos fueron: Moyá; Miguel, Maduro, Dealbert, Jordi Alba; Joaquín, Albelda, Banega, Mata; Domínguez y Aduriz. El hecho más destacable fue la vuelta de Joaquín y Miguel, después de que las lesiones que los han mantenido alejados del terreno de juego.

En el estadio Las Guanas, el Logroñés esperaba a un Valencia, que estrenaba equipación azul, y que no tardó en hacerse con la posesión del balón. En una primera parte marcada por los cambios de intensidad de juego, el Valencia gozó de oportunidades, pero la falta de organización y de precisión le hicieron llegar al descanso con un 0-0 en el marcador, a pesar del peligro creado por Mata y Joaquín.

Aduriz pelea por el balón

En la reanudación del encuentro, y tras un posible penalti de Stankenvicius sobre Gibanel, Mata superó en velocidad a la defensa y le dio un pase de oro a Aduriz que supo aprovechar. Poco después, la jugada se repetía, y el dúo Mata-Aduriz volvía a imponer su ley, anotando el 0-2. Con este resultado, el Valencia se mostró muy cómodo, jugando con fluidez y precisión. Vicente, que salió al terreno de juego para sustituir a Mata, fue el encargado de dejar la eliminatoria sentenciada, marcando tras un despeje del guardameta rival el 0-3. 

Al falta del partido de vuelta, el Valencia ha conseguido cumplir con las expectativas puestas en el equipo, y que sus futbolistas volvieran a recuperar la confianza en si mismos tan necesaria para los próximos partidos.