La aficción pita en Mestalla |
Maurizio Lanzaro fue el autor de los dos goles del partido. El primero de ellos llegó en el minuto 3, tras rematar un centro de área y controlar el balón. Ya en el minuto 42, un malentendido entre él y su portero Toni Doblas, provocó que marcara de cabeza en su propia puerta, dejando el 1-1 en el marcador. Actuación que recuerda mucho a la de Edu, en el pasado encuentro contra el Rangers.
El otro protagonista del partido fue el árbitro, Delgado Ferreiro que expulsó a Ander Herrera en el 68, por una zancadilla a Mata por detrás, dejando al Zaragoza con 10 jugadores.
Pero ni el gol en propia puerta, ni la superioridad numérica durante la última media hora de encuentro, ni la entrada de Soldado y de Joaquin, lograron que el Valencia ganara el partido.
Un empate que demuestra que el equipo de Unai Emery es incapaz de remontar los partidos en los que el contrincante se adelanta en el marcador. El Valencia se ha convertido en un equipo previsible, falto de creatividad y de ideas, aunque consigue llegar al balón, luego se muestra sin saber que hacer con el. Tan solo disparo dos veces a puerta en los 90 minutos. No pudo ante un Zaragoza que se creció y supo obtener seguridad defensiva y fluidez de juego sobre todo a la contra.
Unai Emery dió la cara en la rueda de prensa después del partido: "No pensábamos que se nos podían ir cinco puntos en dos partidos en casa, pero ahora no tenemos que buscar culpables, sino soluciones" afirmó.
"Han llegado las dificultades y en casa no tenemos la claridad que hemos tenido fuera, por lo que tenemos que rehacernos. No tengo ninguna duda de que recuperaremos la línea". Lo más importante para el entrenador es concentrar al equipo para el nuevo enfrentamiento del martes contra el Rangers. Un encuentro decisivo para la continuidad del Valencia en la Liga de Campeones.
"Han llegado las dificultades y en casa no tenemos la claridad que hemos tenido fuera, por lo que tenemos que rehacernos. No tengo ninguna duda de que recuperaremos la línea". Lo más importante para el entrenador es concentrar al equipo para el nuevo enfrentamiento del martes contra el Rangers. Un encuentro decisivo para la continuidad del Valencia en la Liga de Campeones.