Después del descanso navideño, el Valencia se enfrentaba al Espanyol en un partido en el que se competía por afianzar una plaza en la liga de Campeones.
Un encuentro muy igualado, como ya se presentía, y cargado de intensidad. El primer gol llegaba tras un centro de Joaquín, que remataba Aduriz adelantando al Valencia en el marcador.
El Espanyol no se vino abajo, y siguió luchando por penetrar en las líneas defensivas de los ches. Poco antes del final de la primera parte, un fallo en de defensa, provocaba un gol en propia puerta de Ricardo Costa que se precipitaba lazandose en plancha y rematando sin querer, un centro de Callejón, que dejaba de nuevo el partido en empate.
Fue a partir de la segunda parte cuando el protagonista absoluto del encuentro, fue, desgraciadamente, el árbitro. Una rigurosa expulsión y un gol en fuera de juego, marcaban el desenlace del encuentro, del que esta vez el equipo ché salió beneficiado.
El primer fallo arbitral llego con un supuesto codazo de Aduriz sobre Chica, le valía la expulsión por roja directa según el colegiado González, cuando casi ni le roza.
A pesar de la inferioridad numérica, el Valencia supo plantarle cara al Espanyol que no supo aprovechar su ventaja. A sólo unos minutos para finalizar el encuentro, Mata remataba una jugada de estrategia. Aunque lamentablemente lo hacia en claro fuera de juego, que el colegiado no percibió. Tres puntos para el Valencia, en un encuentro en el que el protagonista no fue el fútbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario