Ayer finalizó una semana dura para el Valencia, que empezó con un empate ante el Osasuna. "El miedo a empatar nos hizo empatar" así definió Unai Emery un partido que el equipo che tuvo en su mano, al irse al descanso con un 3-1 a su favor, y que acabó en tablas. La tensión ha llegado a tal nivel esta semana, que se optó por aplicar la ley del silencio, para que nada desconcertarse a los jugadores antes de su partido contra la Real Sociedad que se celebró ayer.
El encuentro comenzó despejando una de las dudas que más ha dado que hablar esta semana:quién debía ocupar la portería. El partido contra el Osasuna supuso la vuelta de César, pero no mostró su mejor cara, por lo que muchos reclamaron que Guaita siguiera siendo titular ante la Real Sociedad. Sin embargo, Emery no piensa igual, y coloco a César debajo de los palos. El ímpetu y la garra del portero a veces le juegan malas pasadas. César se resintió de la rodilla tras un golpe con Joseba Llorente, pero su valentía le hizo querer aguantar lo inaguantable. Sólo después del descanso y tras comprobar que no daba más de sí, se decidió a pedir el cambio. ¿El sustituto? Guaita, por supuesto.
La Real Sociedad luchó por mantener el pulso con el Valencia. Se adelantó en el marcador con un penalti demasiado riguroso de David Navarro sobre Zurutuza tras un salto, que Xabi Prieto aprovechó. Una batalla de cuerpo a cuerpo, en la que ninguno de los dos equipos se vino abajo. Poco antes del descanso en el minuto 45, Tino Costa bombardeo literalmente la portería contraria. El encuentro quedaba empatado de momento. Y así parecía que iba a quedar, cuando en el minuto 91, Aduriz no desperdició un error del portero Bravo en el despeje. Era el último suspiro del partido, y Aduriz anotaba el gol de la victoria.
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